miércoles, 24 de abril de 2024

josé santos chocano / el sueño del caimán













Enorme tronco que arrastró la ola,
yace el caimán varado en la ribera;
espinazo de abrupta cordillera,
fauces de abismo y formidable cola.

El sol lo envuelve en fúlgida aureola;
y parece lucir cota y cimera,
cual monstruo de metal que reverbera
y que al reverberar se tornasola.

Inmóvil como un ídolo sagrado,
ceñido en mallas de compacto acero,
está ante el agua estático y sombrío,

a manera de un príncipe encantado
que vive eternamente prisionero
en el palacio de cristal de un río.

***
José Santos Chocano (Lima, 1875-Santiago de Chile, 1934)

martes, 23 de abril de 2024

rocío silva santisteban / asuntos circunstanciales











Cada noche cuando saco una píldora y me la trago tengo
irremediablemente 
que pensar en ti 

y al secarme la cara o mojarme los ojos para disimular un tanto las
ojeras 
te vuelvo a pensar 

aún evitando distracciones 
no puedo dejar de escuchar tus pasos derrumbando el universo 
no puedo dejar de latir.

Cada noche soy y me reconozco 
debajo de las sábanas 
debajo de la insistencia de volver a soñar y dormir tranquila

-sin baños termales-

sin necesidad de recontar a las noventa y una ovejas y tener,
al mismo tiempo,
que pedirle permiso al pastor 

yo no soy quien para ser más 
ni menos 

soy la exacta imagen del espejo, pero al revés 

y también descontando los segundos que fui cayendo 
y tú no te atreviste a tropezar conmigo


cada noche trato de hilar la maraña que fui y que seré 
si a un buen plazo puedo saldar las distancias
inimaginables, es cierto,

pero posibles de enhebrar con un poco de esperanza 

aún no caigo en el juego y ya estoy aterrada hasta la última carta 
hasta la última hoguera que quizás nunca prenderé

lo he dicho y no hay remedio para tratar de impedirlo 
a cada noche su píldora, a cada mujer 
su madrugada.

***
Rocío Silva Santisteban (Lima, 1963)

lunes, 22 de abril de 2024

martín adán / aloysius acker (fragmentos)













¡Aloysius Acker está naciendo
llenando de gritos la casa, el cielo!
¡Aloysius Acker está naciendo!
¡Aloysius Acker, hermano mío,
el hermano mayor, el hermano pequeño!
-¡Para ti son plumas todas las almohadas,
y con uno que no parece todos los sueños,
y con aire todos los caminos
y con voces todos los versos!
[...]

Mi identidad hostil, mi hermano verdadero
según seno incapaz de la propia natura!...
¡Ay, echado, nonato, el ternísimo cero
a cenagosa estrella de inmediata ternura!...
[...]

¿Quemaré la casa paterna?... ¿partiré de la patria?...
¿Seré un monje en un monasterio?...
¿Me echaré a marear, tatuado, barbudo, descalzo,
en el último de los veleros?...
¡Todo me es igual, Aloysius Acker!...
¡Sólo tú me eres idéntico!
[...]

Cómo morirá el que nunca ha vivido,
el hermano mayor, el hermano pequeño!...
Y cómo morirá tu hermano Aloysius Acker,
yo, el hermano mayor, el hermano pequeño!...
No más. Es necio.
Hemos de ser vivos.
Nada es más allá de nuestro juego.
Y aquí estamos, en la vida y en la muerte,
entre tanto vivo, sobre tanto muerto.
El que no eres tú, no es nadie.
El que no eres tú, es alguien,
Aloysius Acker.
Me basta andar contigo
en un mismo suelo,
en un mismo paso.
Me basta correr a comer contigo
con el mismo hambre, en el mismo plato.
hasta acariciar al niño
y sentirme con el otro extraño.
El otro nos odia.
El otro no tiene hermano.
El otro es el que se embriaga el sábado.
El otro es el canta misa.
El otro es un muchacho.
El otro es una vieja.
El otro eres tú y soy yo, si nos separamos.
¡Aloysius Acker ha nacido!
¡En todo instante está naciendo!

Tú eres el que me es idéntico.
Naces de mí como el desconocido
que tanto amamos en los sueños,
que siempre conocimos en los sueños,
que es uno mismo en los sueños.

De mí te apartas y eres como la imagen
en el espejo.
¿Cuándo no eres yo mismo Aloysius Acker?
el esperado, el compañero,
el que me sorprende, el que no conozco,
aquél por quien soy alguno y muero.

El que no eres tú es el otro,
el cavador del cementerio,
el taquígrafo, el mecanógrafo,
el que me espanta, el que no temo.
¡Vivir es estar tú cogido de mi mano!
¡Vivir es estar yo cogido de tu mano!
A veces te sueltas;
y andas solo por la ciudad y el campo!

***
Martín Adán (Lima, 1908-1985)

domingo, 21 de abril de 2024

arnold francia torres / poema escrito para ser leído en Plaza San Martín a la 1:30 de la mañana mientras tú y yo nos abrazamos mucho













                “Yo quería morir pero te me acercaste
                Mi amor te pertenece”
                                                    Yaxkin Melchy

Cielo amarillo en tu mirada sobre el campo amarillo de tu voz. Un corazón se une al hado de otro en pos de la desaparición de la materia. Desaparición del cuerpo. Desaparición del Sol. Desaparición de las condiciones de existencia del más infinito elemento. El tiempo es una necesidad norteamericana. Una antigua especulación. Una línea que se traza sobre las espaldas de los transeúntes, sobre las membranas de los miedos. Amor en el átomo. Amor en la travesía lunar. Amor cósmico en circulación sobre los confines arteriales. Amor en las más imposibles fronteras de los pensamientos, donde un poema es un pequeño niño que alegremente danza con las estrellas.

El amor es semántico. El amor is you. El amor es genial como entrar en movimiento al compás de una sinfonía de lunas. En la cálida asimilación del provocador libro de lo eterno, los capítulos de tu corazón fluyen como un poema de Enrique. Hermosa señora de los campos de fruta. Inauguras esta dimensión con la palabra de tu cuerpo. Y mi espíritu de cartón se aferra a ti como a la idea de existencia. Y tus manos luminosas rebuscando mi sexo. Hay una cueva abierta por la lengua de tus emociones ubicada espacialmente en el lado B del mundo. Y me hablas a la velocidad de la luz. Y entonces corro como un niño a abrazarte con los costados del cuerpo coloreados de alegrías. Pero no puedo hacer mucho para poder encontrarte. Mi corazón quedó varado en encomienda porque están en huelga los funcionarios de Serpost. El estar es una vez más irrumpir y ahora estás en mi sangre. De nuevo. Conmigo. Dándome de tu aliento. Vámonos a bailar. Soy un maldito romántico que todavía cree que el amor algún día sonará en todas las radios del mundo. Soy un maldito romántico que todavía cree que el amor algún día sonará en todas las radios del mundo. Soy un maldito romántico que todavía cree que el amor algún día sonará en todas las radios del mundo. Mundo del radios las todas en sonará día algún amor el que cree todavía que romántico maldito un soy.

***
Arnold Francia Torres (Lima, 1996)

sábado, 20 de abril de 2024

giovanna pollarolo / después de los 30











Dicen
que después de los 30 las mujeres envejecen pronto
malhumoradas
sufren de males jamás pensados
no se resignan
y sufren comparándose con la rosa marchita
pétalos caídos, belleza acabándose
o se resignan
y voltean los espejos
prefieren las veladas a media luz
huyen de las vidrieras
hasta de los charcos de agua
cuando hay luna llena.
Dicen que
después de los 30 las mujeres
aprenden a hacer el amor
y su ansiedad espanta
ávidas de orgasmos
ninfómanas
son suplentes en camas ajenas
mujeres fáciles
o se empiezan a secar
asqueadas y temerosas
de sus deseos (ávidos, urgentes)
les falta hombre comentan.
Putas o reprimidas
es a la larga lo mismo. Así dicen.

***
Giovanna Pollarolo (Tacna, 1952)

viernes, 19 de abril de 2024

enrique verástegui / de "tratado sobre la yerbaluisa"










El arte de la yerbaluisa 

Beber un sorbo, después otro sorbo, como si probara suspiros limeños. El primer sorbo, no muy caliente, llena todo el paladar, impregnándolo de un sabor delicado mientras se escurre por la garganta hacia el estómago. Ese primer sorbo, definitivo, como el big bang, llena de excelsitud al ser y ayuda a comprender la estetización mental de la biología. El segundo sorbo, probado cuando se ha llegado a la excelsitud del ser, rememora el sabor del primero y ayuda a comprender la infinitud del universo. El tercer sorbo, y los siguientes, hasta agotar la taza de porcelana oriental, sitúan la mente en el mundo y al cuerpo en su máximo de comodidad. Esta planta se puede recortar y, colocada bajo los rayos del sol, ponerse a secar para utilizar luego en la infusión. Un puñado de trozos de oro en la mano. Si se desea, se puede echar en la taza de yerbaluisa tres cucharaditas de azúcar.

~

II
Arte / Ciencia 

El arte de preparar la yerbaluisa es también una ciencia exquisita que permite contemplar el burbujear del agua cuando hierve, llenando la olla entonces con hojas de yerbaluisa cortadas que, al instante, apenas se ha entremezclado con el agua hirviente, producen un color dorado intenso que recuerda el oro líquido que bebían los incas en Machu Picchu, e impregna los ambientes de la cocina donde se lleva a cabo el ritual de la yerbaluisa. 
    Se hace necesario recortar la yerbaluisa en trozos agradables de modo que, si no se agota con el uso constante, la planta al secarse recuerda los trozos de oro que constituyen nuestro patrimonio. 

La yerbaluisa brota espontáneamente en todos los canales y acequias de Cañete, lo mismo que en todas las tierras cultivables del Perú. 
    La yerbaluisa, lo mismo que este no tan farragoso escrito, es patrimonio cultural del Perú y de la humanidad. 

~

III 
Perú / Tahuatinsuyo 

Tomar yerbaluisa -una acción que, por lo demás, llena de placer nuestra existencia y produce buena suerte- forma parte del ritual de la élite incaica que, en sus momentos de máximo poder -el momento en que se contempla la infinitud del mundo, desde lo más alto de los Andes-, contemplaba ondear el arcoíris en el horizonte y reflexionaba sonbre el líquido que serenaba la consciencia. 

~

VII 
El arte del sexo 

Cuando, debido a que tienes que trabajar, alejarte de tu casa, viajar porque eres agente médico, ingeniero en la especialización que sea, técnico, revolucionario, ama de casa, militar, profesional liberada; dejas de hacer el amor y la consciencia que ello implica, aunque sin perder el tedioso instinto sexual que lleva a la conquista sexual del universo, desnudarse, amplia sonrisa de felicidad en los labios, y mientras la amante se va arrodillando ante el enamorado con las puntas de los pezones erotizadas bajando rítmicamente por el cuerpo del amado, prepararse mentalmente para hacer el amor como si nunca se hubiera hecho. Ese acto necesita un ritual que, como todo ritual, está basado en la proporción matemática del ADN, lo mismo que de todo el cuerpo. Descrito de muchas maneras, al hacer el amor, siempre habrá -como un sol distinto cada día, según dice Heráclito-, lo quieras como no, un coito novedoso diferente a lo largo de tu vida. Bajo el pubis, existe un músculo maravilloso que -si no has hecho el amor durante años, o durante meses-, una vez terminado el furioso acto sexual, produce la sensación extrañísima de dolor, cansancio y placer, mientras se percibe la fresca brisa de primavera modelándote el rostro. Ese músculo, diseñado bajo el pubis, descubierto por los médicos y erotólogos, ciencia sofistas/krisolistas, se llama la conciencia del plexo solar, y significa la radiación del falo erecto si puede haber orgasmos sin eyaculación, como dice el taoísmo, también es verdad que ello se reproduce por retención del semen. De ese modo el descubrimiento de la consciencia del plexo solar es percepción, análisis, y aporte peruano, como la ceremonia de la yerbaluisa.

~

Simetría 

Tan bello como hacer el amor es pensar simétricamente al mover las piezas del ajedrez: 64 cuadros fundan la variación infinita de la mente, tanto como el placer causado por las 64 posturas fundamentales del Kamasutra. Tanto el perfume francés Chanel como el pachulí hindú, convenientemente usados, constituyen un despertar espléndido de la poderosa sexualidad armonizada en todas las chakras del cuerpo humano. Si mis trabajos filosóficos son superiores a Platón y Aristóteles no es por otra cosa más que por la invención magnánima de mis matemáticas que expresa la riqueza hecha universo.

***
Enrique Verástegui (Lima, 1950-2018) Tratado sobre la yerbaluisa. Lima: Caja Negra, 2012.

jueves, 18 de abril de 2024

magda portal / canto proletario









"la vida es de los felices"
amanece en todos los pregones callejeros —
rueda la mañana sobre el asfalto de
la tierra ululante y caliente
 
al extremo de la ciudad
los árboles saludan al obrero
con sus ramas estremecidas
por la alegría del viento vagabundo
               el gran libertario
 
como un dolor sigue la sombra
la silueta del hombre
que desemboca en la ancha
puerta de la fábrica
allí —el humano acecido de las máquinas
el gemido de las poleas
bajo la presión del pensamiento humano
 
balcones a la eternidad
los ojos siguen la labor constructora
i toda la fábrica es una sola
maquinaria de empuje formidable
como un titánico organismo
que mueve "el motor maravilloso"
de los cerebros de 100 hombres unidos
el hermoso espectáculo del cerebro
I el músculo en acción!
 
el sudor se decora la cara
como otra sonrisa
que se tuesta en los labios apretados
de anhelo
la fábrica lo es todo:
               la ESPERANZA i la CARCEL
 
Todos los días son MAÑANA
para el obrero que los lleva apretados
al corazón
                 como la imagen de la madre
 
L I B E R T A D!
        estandarte del Hombre!
 
                                   —
 
el Sol espera la salida de la fábrica
desde el horizonte sus anchos brazos de luz
saludan el dolor del obrero
                 vencedor de la Vida

***
Magda Portal (Barranco, 1900-Lima, 1989)